Gracias a esta técnica podemos llegar a desarrollar una sección de hueso reimplantable en la zona de la boca del paciente que presenta el problema.
Mediante el procedimiento del injerto de hueso, obtenemos una sección de hueso de otra zona del paciente o bien utilizamos un hueso de material especial para el injerto, con el objetivo de injertarlo en el hueso maxilar. Posteriormente, el paciente tiene que esperar, casi con total probabilidad, varios meses mientras el injerto colocado desarrolla un hueso nuevo y suficientemente fuerte para asegurar que el implante sea seguro y estable. Existe la posibilidad de que este procedimiento se pueda realizar al mismo tiempo que la propia cirugía del implante con un injerto menor, pero siempre apoyándose en el diagnóstico previo de la doctora. Una vez realizado el injerto de hueso, es posible continuar con el resto de la cirugía del implante. Como en cualquier procedimiento quirúrgico, necesitaremos evaluar el historial médico personal del paciente así como los beneficios y riesgos de la intervención. ¿Qué es el injerto de hueso?
¿Cómo es el procedimiento del injerto de hueso?
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